sábado, 6 de noviembre de 2010

Llegada al fin del mundo

Hoy tocaba día de desplazamiento. Cuando organizamos el viaje, siempre intentamos que el día de desplazamiento sea completo para ello, sin nada planeado. Eso no quita que, si las circunstancias lo permiten, hagamos alguna visita, excursión, etc. Hoy, lo que hemos hecho, que no estaba planeado fue comernos nuestro primer cordero patagónico.

Nuestro bus desde El Chaltén hasta El Calafate salía a las 7.30 de la mañana, madrugón al canto y 3 horas hasta el destino con una parada de 10 minutos en medio de la nada.


A la llegada nos fuimos a entregar la ropa que habíamos alquilado para los días de frío, viento y hielo. Dejamos las maletas en la estación y nos fuimos hasta La Barraca, que es el establecimiento donde alquilamos la ropa. Esto del alquiler es un punto para nosotros, ya que nuestro clima nos hace que no tengamos ropa para climas extremos, y la solución del alquiler nos vino que ni pintado. Nos asesoraron y nos dieron las mejores opciones para lo que íbamos a hacer. Muy buen trato en La Barraca, sí señor.

Llovía sobre El Calafate, por lo que nos metimos en una cafetería a desayunar, por segunda vez, y estuvimos allí un par de horas con la wifi. En Argentina hay wifi en todos los lados, por supuesto que gratis. Es verdad que la conexión, la mayoría de las veces es bastante lenta, pero hay, no como en España. Como no paraba de llover, salimos de la cafetería y nos fuimos directos a almorzar. En El Chaltén nos habíamos dicho que el mejor cordero patogónico lo servían en La Tablita, allí en El Calafate. Nos ha gustado a todos mucho, aunque tampoco nos ha parecido que haya una gran diferencia con los corderos que se cocinan en nuestro país. Sin embargo, cuando hablamos de ternera, sí que nos ha parecido que hay una enorme diferencia.

Hemos llegado a Ushuaia sobre las 20.00, con 5 grados, y con previsión de nevadas para los próximos días. Parece que vamos a pasar frío en el fin del mundo. A tan solo 1000 kms. de la Antártida, lo que nos hubiera parecido extraño es que no pasásemos frío.


No hay comentarios: