Estos últimos días he estado en un curso de formación, previo a mi incorporación el próximo 1 de septiembre a mi puesto de maestra. Éramos diez chicas, dos del cole de Sevilla y ocho de aquí. El curso ha durado seis días durante los cuales hemos estado viviendo en comunidad, durmiendo en una misma casa y estando juntas prácticamente todo el tiempo. Con nosotras, acompañándonos y cuidándonos durante estos días, han estado dos misioneros claretianos, además de Pedro, miembro de la comunidad seglar claretiana, y Maricarmen, la (excelente) cocinera. Han sido días muy intensos y agotadores, pero los he disfrutado mucho. La convivencia ha sido buenísima, nos han tratado genial, nos hemos llevado estupendamente entre nosotras, y además hemos aprendido mucho. Hemos disfrutado de ponencias de todo tipo, impartidas también por ponentes de todo tipo. Desde la historia del Padre Claret a las Habilidades Sociales, pasando por el PEC, el Ideario, la familia, la pastoral o la propia iglesia católica entre otros. También debo decir que todos los ponentes se han implicado muchísimo, y algunas charlas han sido verdaderamente interesantes. Toda esta formación nos ha dado una buena base para empezar el día 1 con mucho más conocimiento y seguridad. Aún nos queda mucho por aprender, por supuesto, pero desde luego ha sido un buen comienzo. Este curso es la semana inicial con la que empieza una formación de tres años, con tres sesiones cada año, en las que iremos profundizando en todos estos temas. Promete ser interesante...
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