miércoles, 10 de agosto de 2011

Reykiavik y Península de Reykjanes (Pendiente de fotos)

Llegó nuestro último día en Islandia, el día más largo, ya que el vuelo de regreso era a las 01.00, es decir, pasaríamos todo el día visitando la capital y nos iríamos a última hora para el aeropuerto.

Amanecimos después de nuestra noche de aniversario para desayunar en el hotel, desayuno que teníamos incluído. Cerca de las 12.00 hicimos el check-out y nos fuimos en dirección al centro para ver Reikiavik. Nuestra primera parada fue para ver el Sun-Craft, un monumento abstracto en forma de barco que se encuentra en el paseo que hay junto al mar. Seguidamente dejamos el coche en el centro y nos fuimos en busca de una oficina postal para enviar postales a nuestra familia y amigos.
Aprovechando el buen día que hacía, paseamos por algunas calles del centro y por Tjörnin, un lago que hay en pleno centro de la ciudad y en el que resuenan los graznidos y chillidos de más de 40 especies de aves. Después del ligero paseo nos sentamos a almorzar algo suave para seguir con nuestra última ruta.

Después del almuerzo nos dirigimos a ver Hallgrímskirkja, una inmensa iglesia de hormigón que es el edificio que más capta la atención de la capital y que es visible a unos 20 kms. En el interior hay un órgano de 5275 tubos y con aspecto de arma. Impresiona bastante. En el exterior hay una estatua del vikingo Leifur Eiríksson, el primer europeo que llegó a América y unos de los hijos del famosos Erik el Rojo.

Visto Reikiavik en una mañana (poquito lo que hemos visto), nuestra siguiente parada iba a ser el Blue Lagoon. La Laguna Azul, a unos 20 kms. de la capital y en dirección al aeropuerto es uno de los símbolos de Islandia, para lo bueno y para lo malo. En mitad de un campo de lava, aparece una especie de spa con agua azul lechosa que está a unos 38ºC. El agua proviene de la central geotérmica que hay al lado del complejo. No deja de ser "idéntico" a lo que ya habíamos hecho en Myvant o en Landmannalaugar, pero bastante más turístico. Después de unas 2 horas de relax y de embadurnarnos la cara con sílice, seguimos nuestro camino.

Antes de terminar en el aeropuerto, recorrimos la Península de Reykianes con un par de paradas en algunos puntos de interés. El primero de ellos, en el suroeste de la península, es Valahnúkur, unos campos de lava del siglo XIII en donde se encuentra el faro más antiguo de Islandia (1878), realmente es una reconstrucción, ya que el original fue destruido por un terremoto a principios del siglo XX. Desde la zona se puede ver el islote Eldey, a 14 kms. y que alberga la colonia más grande del mundo de alcatraces.

De regreso nos encontramos con una humeante zona geotérmica multicolor aprovechada por la Central Eléctrica de la zona. A menos de 20 kms. para el aeropuerto, nos quedaba ver el "Puente entre dos continentes", un puente que se extiende por un golfo lleno de arena y que separa las placas norteamericanas y europea. Buen lugar para las últimas fotos del viaje.

Dejamos el coche sobre las 20.00 y nos dirigimos al aeropuerto a esperar nuestra salida del vuelo de regreso. Llegaremos a Madrid a las 12.00, vía Copengahe y por la tarde volamos a Lisboa donde nos encontramos con la familia de María y con los que pasaremos el fin de semana largo del 15 de Agosto.

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