Un fin de semana de asadero y más

Este fin de semana lo teníamos reservado para el asadero (con la excusa del cumpleaños de Mingo), que finalmente se iba a hacer en Arinaga, en la casa de la familia de Jose. Pero eso era el sábado. Antes, el viernes, fuimos a la II Feria de Abril. Pues sí, hay una Feria de Abril en Las Palmas. En miniatura, sin casetas y sin albero, pero la hay. Estuvimos allí viendo bailar al primo de Yoli y a Víctor, el novio de nuestra amiga Yosune. Los dos lo hicieron estupendamente. Fuimos con Mingo y Yoli, y lo pasamos muy bien.Yo estaba encantada de oír sevillanas allá por donde iba, de ver a tantas mujeres vestidas de flamencas (y algún que otro hombre de corto), ver la bandera andaluza encima de un caballo, en fin, chorraditas que la emocionan a una cuando está tan lejitos de su tierra. Mira que yo nunca he sido mucho de la Feria de Abril de Sevilla, pero las de mi Cádiz no me las perdía mientras pudiera evitarlo (San Fernando, Chiclana, Jerez, El Puerto de Santa María...). La pena es que desde que vivo tan lejos ya es raro que consiga ir a alguna de ellas, pero bueno. Supongo que por eso me gustó tanto darme un paseito por la Feria de Abril canaria.

Cuando ya nos íbamos, aprovechamos para darle a Mingo su regalito de cumpleaños. Ya Jose, "to jivia él", le había dado el primer regalito hace unos meses: una cartera muy original. El viernes le dimos el resto: dos camisetas (de una tienda online americana que hace camisetas... ¿cómo decirlo?... en las que puedes leer cosas como "La piel no es mi órgano más grande") y un decantador, para que disfruten del vino que sabemos que tanto les gusta, como a nosotros.

No nos recogimos muy tarde porque yo tenía mi cuello gracioso, y además quería ir a la presencial del sábado. Mi cuello seguía regular cuando me levanté el sábado, así que al final no pude ir a la sesión presencial. Jose se fue a Arinaga pronto, para ir preparando todo allí, pero yo (por mi cuellito) me quedé descansando en casa hasta que Mingo, Yoli y Sonia vinieron a recogerme, para irnos a Arinaga. Allí nos esperaba el asadero.

No fuimos muchos, pero eso no impidió que lo pasaramos genial: Mingo, Yoli, Sonia, Caty, Valentín, Pepe, Bea, Úrsula y su novio, Amaia, Miguel, René, Pedro y Daura, Aranza... Espero acordarme de todos. Más tarde pasaron por allí Regino y Vanessa, Carlos, el marido de Amaia, y Natalia, la prima de Jose. Ah, y la invitada estrella: MAGGIE, la "hija" perruna de Caty y Valentín. La pena fue Ainara, que no pudo venir porque le organizaron una despedida de soltera sorpresa, ¡¡espero que la disfrutara!!


Bebimos mucho vino, comimos estupendamente, nos echamos unas risas, en fin, que lo pasamos muy bien. Enganchamos la tarde con la noche, la comida con la cena, y acabamos a las mil. Eso sí, no alcanzamos el récord de botellas de vino del anterior asadero de Arinaga, aunque sólo nos faltó una: Nos quedamos en 16.

Al final nos quedamos a dormir en Arinaga unos cuantos: Mingo, Yoli, Miguel, Sonia, Jose y yo. Mingo, Yoli y Jose se levantaron temprano para ver la carrera de Fórmula 1. Cuando terminó, nos pusimos todos a recoger y limpiar un poco la casa. Y luego, como recompensa, nos fuimos (todos menos Mingo, que la resaca no le dejaba) a desayunar a "La Vaquería", un sitio diferente, en el que Jose y Yoli tomaron lo típico: leche (de vaca "de verdad") con gofio. Echamos un ratillo muy entretenido, y ya con el estomaguito lleno, recogimos nuestras cosas, nos despedimos, y cada uno a su casa, a descansar, que falta nos hacía.

El domingo fue un día de relax total. Jose durmió más de tres horas de siesta (a eso ya no se le puede llamar siesta, lo sé), y estuvimos viendo la tele, en el ordenador, tiraditos en el sofa, hasta que nos entró el sueño otra vez, y a la camita. Lo que se dice un domingo en modo pijama en toda regla.

Ayer Jose no entrenaba y aprovechamos para cocinar. Nos hemos tomado bastante en serio el tema de comer bien y equilibradamente, después de la medio bronca que nos ganamos en Berlín por parte de mi madre. Es cierto que estábamos muy dejados con el tema comida, no nos apetecía cocinar y la verdad es que nos alimentábamos bastante regular. Pero la semana pasada empezamos con el "proyecto-menú", que básicamente consiste en organizar durante el fin de semana el menú que comeremos cada día de la semana siguiente, intentando que haya verdura, fruta, legumbres, carne, pescado y arroz o pasta. Lo del pescado aún está pendiente, pero lo demás lo estamos cumpliendo. Así nos obligamos a comer bien, y a cocinar. Por ejemplo, Jose hizo unas lentejas con arroz y salchichas la semana pasada para chuparse los dedos. Y ayer hicimos unas alubias con verduras y un pollo al horno. Poco a poco.

Y esta semana retomaré (creo, o espero) el gimnasio, que lo tengo muy abandonado, y bueno, mi cuerpo lo nota, y mi cuello más todavía. Ayer ya me gané la bronca de Gisela al respecto, como si no hubiera tenido bastante con la de mi maridito el viernes. Sé que tengo que muscular toda la parte de la espalda, los brazos y el cuello, para intentar evitar, en la medida de lo posible, que el cuello sufra más de la cuenta... Pero me da mucha pereza... En fin, espero tomármelo tan en serio como lo de la comida, y poco a poco ir recuperando mi forma física, a ver si hay suerte.