jueves, 9 de abril de 2009

Berlín: Día 1

No cabe duda que el turismo merece muy mucho la pena, pero cansa una barbaridad. Rotos hemos llegado al hotel hace un rato, después de más de doce horas caminando y viendo cosas. Nos hemos levantado sobre las 8:30, ya que habíamos quedado para desayunar en el hotel a las 9. A las 10 ya estábamos en camino. La primera parada era la zona del zoológico, donde está la estación donde compraríamos los tickets de transporte público para 3 días. Por esa zona hemos aprovechado para ver "Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche", una iglesia que fue derruida durante la guerra.




Después de eso, nos hemos dirigido hacia la zona de los museos donde hemos entrado al "Pergamon Museum". Nos hemos pasado la mañana allí viendo esculturas y conociendo un poco de historia de la ciudad. Por cierto, hay una zona que muestra arte islámico y tienen allí expuesto la cúpula de la Torre de las Damas de La Alhambra. Al salir del museo, ya teníamos las piernas un poco destrozadas, por lo que hemos ido a almorzar a un italiano que había cerca y que recomendaban en la guía de Nano. Todo un acierto, muy buena comida y mucho mejor precio.






Ya después de comer, hemos estado en el Sony Center, una especie de centro comercial muy bonito, donde estaba un pequeño museo sobre el cine alemán. Un café para reponer fuerzas y cuando se acercaba la noche..., dirección al Parlamento, que tiene una cúpula desde la que se ve una panorámica de Berlín espectacular.






Después de las mejores vistas del día, todos teníamos ganas de volver al hotel. Hemos hecho una pequeña parada técnica para cenar algo y a la cama. La verdad, que como decía al principio, este tipo de turismo te cansa un montón. Como anécdota, el sitio en el que hemos comido ha sido una risa, porque todos los platos han resultado ser enormes. Por ejemplo, Bea y Patri pidieron una tostada con jamon y huevo (o eso creían ellas) ¡Pues les trajeron tres tostadas, con tres huevos, y llenitas de jamón! Y no os podéis imaginar la tortilla de papas de Pilar, o la hamburguesa de Nano y Toni. Y eso que nosotros queríamos cenar algo ligerito... Eso sí, como viene siendo habitual, no faltaron las cervezas, nos atendieron estupendamente y no fue nada caro. Berlín para comer está resultando mucho mejor de lo que imaginábamos.

Mañana nos espera otro día muy similar al de hoy. A ver como aguantamos. El día nos ha respetado hoy, no ha hecho nada de frío y tampoco lluvia que nos habían aunciado para parte del fin de semana. Mañana más.

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