Semana Santa gaditana

Casi en un suspiro se nos ha ido la Semana Santa. Hay que ver lo rápido que pasa el tiempo cuando uno está de vacaciones. La semana empezó estando yo en Madrid después del Maratón. Nos levantamos no muy tarde para desayunar y ya me despedí de César y Valentín que iban para Gran Canaria. Yo bajaba en AVE hasta Sevilla donde esperaría a María que llegaba en avión a eso de las 21.00. Desde Madrid bajó conmigo Pilar, que también había pasado el fin de semana en Madrid. Una vez en Sevilla, coche hasta San Fernando para llegar con lo justo para cenar e irnos a la cama.

El martes nos levantamos temprano porque yo tenia masaje a las 9.30. Para la semana después de la carrera apenas había previsto un masaje de recuperación y alguna carrerita suave al final de la semana. Pasamos el día bastante tranquilos hasta por la noche, que habíamos quedado para cenar con Nano (hermano de María) y Patricia (nuestra cuñada). Buen rato juntos en la cena, luego una copilla y para casa a dormir.
El miércoles, al igual que los demás días, María aprovechó la mañana para estudiar un poco y después de almorzar nos fuimos a Sevilla. Caty y Valentín llegaban por la noche y la idea era recogerlos y ver la final de la Copa del Rey en la casa de María en Sevilla. Antes, a media tarde, quedamos para tomar un café con Laura y Mariano, que siempre intentamos vernos cuando estamos por allí. Genial, como siempre, el rato que pasamos con ellos.
La final de la Copa del Rey fue una odisea, ya que el vuelo de Caty y Valentín fue desviado a Jerez y tuvimos que ver la final nosotros en Sevilla y ellos en Jerez, en el aeropuerto. Del resultado mejor no hablamos.

Con mi hermana y mi cuñado por aquí, el resto de días nos hemos dedicado a hacer el turismo que la meteorología nos ha dejado. Además, nunca puede faltar el turismo culinario que siempre hacemos. El jueves por la noche cenamos con Nano (padre) en Cádiz, en un sitio que se llama el BarraSiete y que está genial, en pleno paseo marítimo. Sitio totalmente recomendable.
El viernes estuvimos desde media mañana paseando por Cádiz. Subimos a la torre de la Catedral y aprovechamos para almorzar por el centro, en el Sopranis 5, sitio que nos habían recomendado Nano y Patricia. Ya a media tarde volvimos para casa y pasamos la noche en casa con Pilar. En Cádiz intentamos ver alguna procesión, pero no pudimos. Esta Semana Santa ha sido muy atípica en ese sentido, ya que la lluvia ha dejado muchos pasos sin salir. De hecho, en Sevilla no ha habido madrugá por primera vez en setenta y tantos años.
Hoy sábado hemos salido a correr Valentín y yo, mientras las chicas iban de compras. A mediodía quedamos con la amigas de María. Buen almuerzo entre niños y amigos que hemos pasado. Además, hemos estado con nuestra ahijada Elena, que cada vez está más grande. Aunque para grande y espabilado su hermano Julio.
Esta noche tenemos pensado salir a tomar algo, aunque supongo que no volveremos muy tarde, ya veremos que tal se nos da la noche. Lo bueno de esta Semana Santa es que la hemos prolongado hasta el lunes, por lo que mañana no será el típico domingo de resurrección. La idea para mañana es aprovechar que la previsión es de buen tiempo para ver lo que nos falta de Cádiz y estar por el centro de San Fernando. Por la noche ya hemos quedado con Nano y Patricia, que vuelven de Ibiza.

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