Punta Tombo y Gaimán

Hoy tocaba un día largo de coche, así que nos pusimos en marcha a las 8 de la mañana. Había estado lloviendo toda la noche y hemos salido también con lluvia. Tardamos una hora en llegar a Puerto Madryn y allí aprovechamos para desayunar y para recoger los billetes de autobús, para esta noche, rumbo a Bariloche. La ruta hasta Punta Tombo ha sido de casi 200 km desde Puerto Madryn. No ha parado de llover prácticamente en todo el camino. Los últimos 20 km han sido de ripio, pero se nos ha hecho cortísimo, comparado con lo que hicimos ayer. Hemos llegado a Punta Tombo y hemos entrado en la pingüinera a pesar de que no paraba de llover. Era una lluvia fina pero continua que al final nos ha empapado considerablemente. Ha sido una pena que estuviera lloviendo, porque los pingüinos estaban la mayoría cobijados en sus nidos y no hemos visto muchos, pero bueno, hemos disfrutado el paseo y hemos visto unos cuantos pingüinos, que por cierto ni se inmutaban cuando pasábamos a su lado, o nos fotografiábamos con ellos, una risa, la verdad.




Después de un pequeño tentempié allí mismo, nos hemos ido a Gaimán, una colonia galesa en donde es muy típico ir a tomar el té. Lo sirven con muchísimas cosas. Nosotros pedimos té para cuatro y nos trajeron un plato con no sé cuantas tostadas, otro plato con sandwiches de jamón y queso, y tres platos más con porciones de tartas variadas. Fue imposible terminárnoslo todo.


Tras el atracón de dulce, nos fuimos a Puerto Madryn de nuevo, a dejar el coche y coger el bus. Hemos llegado con tiempo suficiente para comprar agua y algunas cositas más, por si nos da hambre en el bus. Y a las 21.30 saldremos en el bus cama camino de Bariloche, donde llegaremos a las 10.30 de la mañana. A ver qué tal la experiencia.