Desde El Parador hasta La Restinga

Hoy hemos repetido la rutina matutina del día anterior, desayuno a las 9.15 y puesta en marcha sobre las 10.30. La idea para hoy era visitar la parte sur de la isla e ir parando en algunos miradores durante el camino. La primera parada fue para visitar el Árbol Santo Garoé, seguido de los miradores de Jinama y Tanajara El Árbol Santo es el que garantizaba el abastecimiento de agua a los antiguos bimbaches. Nos ha encantado el Mirador de Jinama, con unas vistas espectaculares. Hay un sendero que lleva desde el mismo mirador hasta el Valle del Golfo, el cual hemos bajado un poco hasta llegar a un miradero, que nos permitió ver la isla desde otra perspectiva. Este sendero dicen que es de los más antiguos de la isla.
Después del momento vistas, el Mirador de Tanajara no nos ha gustado tanto y hemos puesto dirección sur hasta la Cala de Tacorón. Allí hemos llegado cerca del mediodía, con mucho calor y deberíamos haber aprovechado para darnos un baño, pero el hambre apretaba y queríamos comer en La Restinga, así que vuelta al coche y hacia La Restinga. La Cala Tacorón da al Mar de Las Calmas, por lo que es un lugar perfecto para pasar un día al sol y poder bañarse. La Restinga es un pequeño pueblo de pescadores, con varios restaurantes con pescado del día y muchos centros de submarinismo, ya que es una de las mejores zonas para ello. Hemos comido en el Restaurante El Refugio y nos ha gustado. Muy buen sitio para pescado y para las lapas a la plancha. Muy bueno todo.
Con el estómago lleno, nos hemos venido arriba, y hemos decidido volver a cruzar la isla para ir al Mirador de la Peña. Es impresionante como hemos pasado de un calor sofocante en La Restinga a bastante pelete en la zona norte. Desde allí hemos visto toda la zona que habíamos visitado el día anterior, El Pozo de la Salud, Punta Grande, Frontera, los Roques del Salmor, La Cumbre, etc. Este mirador fue concebido por César Manrique y ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

Al finalizar la visita en La Peña, hemos bajado hasta Frontera para ver si el lunes podríamos venir a ver El Lagartario (ya que los domingos cierra y no todos los puentes). No hubo suerte, pero aprovechamos para ver el Charco Los Sargos y La Maceta, que nos quedó del día anterior. Una vez más, impresionante la fuerza con la que rompe el mar en esa parte de la costa de la isla. Se acercaba la noche y nos tocaba volver al Parador. Hemos llegado muertos, muy cansados. De hecho, el recepcionista nos ha dicho que habíamos sido los primeros en salir por la mañana y los últimos en volver. Cena suave a las 22.00 en el propio parador y a dormir, que nos quedaba el último día.
PD: Felicidades a mi mami, que hoy ha sido su cumpleaños.