El finde cumpleañero aún dio un poquito más de sí. El sábado por la noche Yosune y Víctor nos invitaron a cenar en el Allende. La verdad es que el sitio nos encantó, muy agradable, comimos estupendamente, nos reímos muchísimo y disfrutamos de la cena y la compañía.
Luego fuimos a la Inolvidable Disco, ya que había una fiesta andaluza en la planta baja. Echamos un ratito allí, viendo cantar flamenco en directo, bailando sevillanas (bueno, a Jose no hubo manera de ponerle a ello, qué le vamos a hacer), y tocando palmas. El último ratito de la noche lo pasamos bailando en la otra planta, música de todo tipo, y lo pasamos genial, la verdad. Lo que nos pudimos reír con el YMCA y compañía...
Ya el domingo fue un día casero, se basó en arreglar la casa, vaguear, ver un par de pelis, hacer la lista de la compra y poco más. Eso sí, como cada domingo, nos costó mucho dormirnos y hoy ha sido duro el madrugón para Jose. Yo me he levantado un poco más tarde, he ido a hacer la compra y he preparado la comidita. Si es que cuando quiero, soy toda una señora de su casa...
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